martes, 9 de noviembre de 2010

C.A.T.

El material del CAT consiste en un juego de 10 láminas con figuras de animales en situaciones diversas. Puede aplicarse a niños de 3 a 10 años de ambos sexos. El CAT se concibió con el objeto de facilitar la comprensión de la relación de los niños con sus más importantes figuras y tendencias. Las láminas fueron planeadas con el propósito de provocar respuestas específicamente relacionadas con problemas de la alimentación, explorar problemas de rivalidad entre hermanos y comprender la actitud del niño frente a las figuras paternas. Por esto, el CAT puede ser de provecho para determinar los factores dinámicos vinculados a la reacción de un niño frente a un grupo, en el jardín de infantes, la escuela y la familia.

Antecedentes:

Leopoldo Bellak, psiquiatra y docente universitario estadounidense y su esposa Sonya Sorel de Bellak arman y publican el C.A.T-A en 1949. Con la colaboración de la dibujante profesional Violeta Lamont, ilustradora de cuentos infantiles quien tuvo a su cargo la realización de la serie de dibujos que aparecen en las imágenes. Originalmente fueron 18 escenas, al ser utilizadas en administraciones por varios profesionales se seleccionaron las 10 mejores.
En 1952, Bellak publica el C.A.T.-S, suplemento del C.A.T.-A (original), también con figuras animales, con el objeto de obtener información de situaciones conflictivas no tan generales pero que ocurren con suficiente asiduidad en los niños como para ser necesario su estudio y aplicación.
Las razones por las cuales se prefiere utilizar el C.A.T.-A es decir el material con figuras de animales en lugar de humanas, son diversas. Su autor se basó en la idea original del Dr. Ernest Kris, a cerca de que los niños se identifican más fácilmente con figuras animales que con humanas marcando la dificultad que en este sentido mostraba el T.A.T. (Murray, 1943) aplicado a niños o el Picture Story de Symonds, sólo utilizado para adolescentes.
Otra razón fundamental es el basamento de la teoría freudiana, vemos el lugar que tienen en las fantasías infantiles los animales, a través del desplazamiento. Así como en determinadas patologías (fobias, por ejemplo, Juanito).
Los animales aparecen, como imágenes identificatorias en los sueños, rituales y en la historia de los pueblos primitivos.
Los humanos, desde nuestra más tierna infancia, nos conectamos con ellos a través de los cuentos, historias, dibujos animados, fábulas. Incluso, en algunos relatos aparecen algunos personajes con doble significación: como la princesa que se transforma en un animal embrujado o el sapo que al ser besado por una princesa se convierte en persona. El contacto cotidiano en las casas, jardines de infantes, guarderías y en las escuelas con animales domésticos, producen frecuentemente una intensa relación afectiva. En algunas salitas de los jardines de infantes, los niños tienen pájaros o tortugas y cada fin de semana se lo lleva a su casa un niño distinto del grupo, que lo cuida y ésto es vivido como un lugar de privilegio.
En el Test de Rorscharch vemos que hay mayor cantidad de respuestas animales que humanas apareciendo estas últimas más tardíamente, generalmente a partir de la pubertad.
El material con figuras de animales es más ambiguo en sexo y edad por lo que permite una mejor proyección de los afectos, impulsos y sentimientos negativos.

Fundamentación teórica:

Durante la Segunda Guerra Mundial debido a la necesidad que tenía el ejército de incorporar personal, aparecen nuevas técnicas proyectivas para satisfacer esta demanda, ya que las que existían estaban casi invalidadas y eran poco comprensibles.
Al terminar la guerra aparecen nuevos materiales como el CAT (A y S en 1949 y 1952) pero en general toda la producción de la post-guerra estaba dirigida a confirmar la validez y límites de las técnicas proyectivas que se habían creado anteriormente.
Esto podía leerse a través de dos aspectos, dice L. Bellak en la “Fundamentación teórica de las pruebas proyectivas”: que las técnicas proyectivas fueran útiles como herramientas tanto a las ciencias nomotéticas como a las ciencias ideográficas.
Bellak toma el concepto de Windleband, desarrollado por Allport que explica: “La ciencia nomotética es la que está interesada en las leyes generales, por ejemplo, las que se dan en Física, Química, etc.”
En Psicología las técnicas objetivas son más fáciles que respondan a leyes generales que las proyectivas.
En las proyectivas tenemos al Rorschach que debido a los signos y puntuación de sus respuestas desarrollado después de la Segunda Guerra, nos permite ubicar a una persona dentro de una determinada patología o sea nos da reglas generales.
En general los métodos expresivos y los que se apoyan en características formales nos facilitan la posibilidad de encontrar generalizaciones mientras que las pruebas relacionadas con el contenido las dificultan pues responden más a las ciencias ideográficas.
Las ciencias ideográficas, dice Bellak: “se interesan en la comprensión de un suceso en particular”. Ejemplo, el TAT, el CAT (A y S), etc. en Psicología.
El CAT (A y S) nos da a través de la producción de los relatos, respuestas singulares del funcionamiento de un niño que no se encuentran de la misma manera en otro niño.
En la Argentina Elsa Grassano de Píccolo (1977) trabajó sobre este tema dando algunas respuestas de los “Indicadores psicopatológicos en técnicas proyectivas”. Permitiéndonos a través de su desarrollo algunas pautas generales que cuando aparecen en la producción del CAT nos permiten entender si el niño pertenece a un cuadro psicopatológico aproximando el CAT a las ciencias nomotéticas.
El CAT es una técnica proyectiva y como su nombre lo indica significa Test de apercepción infantil. Tanto el CAT-A como su suplemento el CAT-S son con figuras de animales.
Bellak dice que para poder entender el concepto de proyección hay que tener en cuenta no sólo el significado que Freud le atribuye en el caso Schreber sobre paranoia: “como mecanismo de defensa al servicio del Yo, que está destinado a evitar la conciencia de los deseos inaceptables, pensamientos, impulsos y a cumplir con su tarea, asignando dichos fenómenos subjetivos al mundo objetivo (externo).”
Bellak toma además la proyección como un “proceso perceptual general”, tal como lo desarrolla Freud en la teoría del Yo: “por lo que toda percepción significativa actual está fundamentada y organizada en las huellas mnémicas de todas las percepciones previas”.
Dice Freud en “Tótem y Tabú”: “Pero la proyección no se crea para el propósito específico de la defensa, aparece también donde no hay conflictos. La proyección de las percepciones internas hacia el exterior es un mecanismo primitivo que, por ejemplo, también influye nuestras sensopercepciones, y es aquí donde tiene su mayor participación para conformar nuestra imagen del mundo exterior. En circunstancias que aún no han sido suficientemente determinadas, se proyectan al exterior las percepciones internas de procesos ideativos y emocionales de la misma manera que las sensopercepciones, y se utilizan para dar forma al mundo externo, cuando en realidad deberían permanecer en el mundo interno.”
“Lo que proyectamos, al igual que el hombre primitivo, sobre la realidad exterior, no puede ser otra cosa que nuestro conocimiento del estado en el que una cosa es percibida por los sentidos y la conciencia, existe otro estado en el que esta misma cosa está latente; es decir, lo que proyectamos es nuestro conocimiento de la coexistencia de la percepción y la memoria o, generalizando, la existencia de procesos psíquicos inconscientes y conscientes.”
Por lo que Bellak dice “nos vemos obligados a asumir que todas las percepciones presentes están influidas por la percepción pasada”. Dado que como la percepción se ha relacionado a un sistema de psicología que no entiende a la personalidad como un todo, Bellak va a utilizar el término apercepción tomando la definición de P. C. Herbar: “apercepción (del latín ad=más, percipiere=percibir) en psicología es: el proceso mediante el cual la nueva experiencia es asimilada y transformada por el residuo de la experiencia pasada de cualquier individuo para formar un todo nuevo. El residuo de la experiencia pasada se conoce como masa aperceptiva”.
La percepción puramente cognoscitiva (ejemplo: que todos puedan ver en la lámina 1 del CAT-A pollitos sentados alrededor de una mesa y un recipiente de comida, y una gallina queda como una hipótesis, en la que cada niño distorsiona aperceptivamente, cuando responde y las distorsiones difieren en distintos grados.
Según Bellak la distorsión aperceptiva aparece a través de: la proyección invertida, la proyección simple, la sensibilización, la percepción autista y la externalización.
También explica la percepción pura congnoscitiva y otros aspectos de la relación estímulo-respuesta.

La proyección invertida: nos enfrentamos a una “formación reactiva” y por consiguiente con una distorsión aperceptiva que resulta en la adjudicación al mundo externo del sentimiento subjetivo que ha sido distorsionado. Ejemplo: lo amo (homosexualmente), como esto está desaprobado socialmente es peligroso, por lo tanto, va a reemplazar este sentimiento de amor por “lo odio” (formación reactiva), pero la agresión es inaceptable , reprimida y cambia por “él me odia”. Sólo esta etapa última alcanza la conciencia (a través de la proyección). A este proceso lo llama proyección invertida.

Proyección simple: se produce a través de una distorsión aperceptiva debido a la transferencia inadecuada del aprendizaje en situaciones más complejas, por la influencia que tienen imágenes pasadas sobre las presentes.

En la proyección simple hay menos rigidez en las proyecciones, menos frecuencia, menos falta de conciencia para ver sus distorsiones.
Sensibilización: “en general se trata de una percepción más sensible del estímulo existente”.

Percepción autista: se trata de impulsos básicos, sencillos que llevan a distorsiones gratificantes simples. Ejemplo: es fácil observar que cuando la necesidad de alimento es muy grande conduce a recordarlos perceptivamente, produciéndose una distorsión aperceptiva en cualquier percepción actual.

Externalización: el relatar historias es un proceso que puede ser considerado preconciente, pero el contenido tiene fácil acceso a la conciencia. Cuando esto ocurre nos encontramos con un patrón de imágenes algo reprimidas que tuvieron una respuesta organizadora y que puede ser fácilmente recordados. A este proceso se le da el nombre de externalización.
También tenemos la percepción pura congnoscitiva: “es el acuerdo subjetivo definido operacionalmente, acerca del significado de un estímulo con el cual comparamos otras interpretaciones” que nos permitirá decidir si la respuesta es adaptativa o no.
El grado de conducta adaptativa varía de acuerdo a la exactitud con que se define el estímulo. Generalmente en las descripciones hay más adaptación que en las narraciones. Ya que cuando relata o narra historias algunos aspectos objetivos de las láminas no son incluidos.
También la naturaleza del organismo interviene en la percepción, cuando el sujeto está cansado produce distinto que cuando no lo está.
La “adaptación y la distorsión aperceptiva” determinan qué ve el niño en la lámina, mientras que el cómo lo relata es la expresión.
Siempre coexisten la conducta adaptativa, la aperceptiva y la expresiva.
Las diferencias individuales que se ven en la conducta expresiva pueden estar dadas por: el estilo, estructura de las frases, la utilización de verbos y nombres, el tono de voz, la velocidad del discurso, etc.
El cómo uno lleva a cabo el hacer algo es importante en la evaluación psicológica. A este aspecto del cómo lo llamamos estilo cognoscitivo. Hay autores que hablan de niveladores y agudizadores, como el grado en que el sujeto combina las experiencias nuevas con los recuerdos de las tempranas experiencias.
Bellak toma estos conceptos de nivelación y agudización para relacionarlo con los mecanismos de defensa. Dice que el “exceso de nivelación no sólo tiene que ver con la represión sino que también está implicada la distorsión aperceptiva de cualquier experiencia, merced a la masa aperceptiva previamente adquirida.”
Y que la nivelación se relaciona con la función sintetizadora del Yo. Esta función es necesaria y debe estar presente. Cuando se ausenta parcialmente provoca la aparición de fenómenos disociativos, mientras que cuando se presenta en forma excesiva da lugar a la represión patológica.

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